Estas estructuras están formadas por los filamentos del hongo (micelio) que “tejen” alrededor de la raíz y ligeramente entre sus células. Como consecuencia, adquieren un aspecto característico, engrosadas y de diferentes colores.
Se trata de una asociación simbiótica donde tanto la planta como el hongo salen beneficiados. La planta, capaz de hacer la fotosíntesis, proporciona azúcares al hongo. El hongo proporciona a la planta sales minerales y mayor absorción de agua ya que tiene mejor capacidad exploratoria del suelo con sus pequeños filamentos (hifas).
La trufa negra y la trufa de verano son los frutos (carpóforos) que produce el hongo de la trufa asociado a las raíces de los árboles en forma de micorrizas. Por tanto, sin micorrizas nunca se producirán trufas. Es necesario tener el árbol o arbusto y el hongo asociado.
